El sol por fin nos despierta hoy de nuevo. Simplemente precioso. Recogemos todo, tomamos otro café y nos ponemos en marcha. No tenemos un destino concreto. Mañana queremos encontrarnos con un amigo en Sintra. Pero por hoy sólo queremos pedalear un poco hacia el sur a lo largo de la costa.

A unos 15 kilómetros al sur de Peniche y 65 kilómetros al norte de Lisboa, llegamos a la Praia da Areia Branca, o playa de arena blanca. Queremos verla de cerca. Podemos aparcar la autocaravana justo en la playa. El momento perfecto para desayunar: hoy tenemos fruta y muesli. Después, un paseo por la playa. Mientras escribo estas líneas, estoy mirando la playa de arena blanca. El nombre del lugar no prometía demasiado. Así que disfrutamos de la vista del mar.

No salimos hasta alrededor de las cuatro para buscar un lugar donde pasar la noche. Encontramos uno media hora más tarde, en Praia dos Coxos. Esta playa es obviamente popular entre los surfistas, atraídos por el animado oleaje. Los surfistas están en las olas hasta la puesta de sol. Mientras tanto, disfrutamos de las vistas desde el acantilado.

Entonces, la playa se adelgaza de repente. Poco después, sólo quedan dos furgonetas solitarias en el acantilado. Aparte de nosotros, sólo Tim, de 24 años, de Bielefeld, sigue esperando. Como fue uno de los últimos en salir del agua fría, está encantado con la "sopa de alubias serbia a la Coxos" que le ofrecemos. - Es una sensación extraña, sólo unos metros del escarpado acantilado nos separan del mar. El oleaje golpea con fuerza contra el acantilado. Estamos seguros de que dormiremos bien.