Esta mañana nos despierta el sol. - Sólo hace 10°, pero se supone que hará unos fabulosos 17°. - Sobre todo, hay mucho sol. 7 horas de sol, enseguida se desempaqueta la bolsa solar y se pone a la luz adecuada. - El GNR también nos regala un comienzo de día relajado. Y deseamos a la GNR una Navidad tranquila y contemplativa, y sobre todo un feliz Año Nuevo. Por favor, absténgase de hacer visitas a domicilio. GNR - Guarda Nacional Republicana o en alemán "Guardia Nacional Republicana", eso siempre suena peligroso. Se escribe mucho sobre ella. - Especialmente sobre multas gordas y demás. Esto no se corresponde con nuestra impresión. Sí, nos echaron dos veces. Pero nadie nos dijo personalmente que hubieran cobrado dinero. Los señores vinieron al amanecer y no por la noche y nos ahuyentaron de una zona forestal donde la tormenta Elsa también hizo estragos en los días siguientes. Allí cayeron varios árboles. Así que directa o indirectamente se ocuparon de nuestra seguridad. Personalmente, sólo conocemos a una pareja que se asustó por la noche. En ese caso, incluso el guardia nacional llamó a su superior para preguntarle si era realmente necesario, pues los niños ya estaban dormidos. El jefe era duro, los locales cordiales.
Hay pocos indicios de que la Navidad esté a la vuelta de la esquina. Ya nos hemos planteado simplemente dejar la puerta cerrada. Tenemos que admitir que puede ser maravillosamente relajante escapar del ajetreo navideño.
Aun así, una cosa que echo mucho de menos es el ganso con albóndigas, del que tengo que prescindir este año. Torgit se burla de que esto sea lo más importante para mí en Navidad. - No lo entiendo en absoluto, con ganso o sin ganso, no es sólo una pregunta.
Torgit, en cambio, tiene que responder a preguntas elementales de la vida bastante diferentes. Pantalones largos o cortos. - Ella elige los pantalones cortos, después de todo, sería Navidad.
Seguro que todo el mundo asocia la Navidad con cosas muy diferentes. Cada uno tiene su propia historia navideña. La Navidad siempre me hace pensar en una pequeña empresa de construcción de Remscheid. En mis comienzos como vendedor de casas, pensé que tendría sentido formarme al mismo tiempo. - "Si no te conviertes en nada, te conviertes en propietario. Si tampoco tienes éxito, te dedicas a los seguros". - Ni siquiera intenté ser propietario de un bar. La agencia de seguros de mi hermano estaba más cerca. - Especialista en seguros era el término que se utilizaba entonces. En relación con el negocio de la vivienda, además de la financiación de la construcción, temas como la responsabilidad civil del constructor, el seguro de ejecución de obra y el seguro de edificios residenciales eran una cuestión tangencial. - Entonces, ¿por qué no encargarse de todo el negocio de los seguros para los clientes habituales? - Pero de un profesional, por favor. - Pero nunca me entusiasmó el negocio de los seguros. - Esto es sólo para explicar por qué estamos hablando de seguros aquí.
Aún hoy le estoy agradecido a mi hermano por un importante consejo sobre ventas. Más tarde lo transmití a "mis" vendedores. - En ventas, y por tanto también en el sector del hogar y los seguros, a menudo te enseñan a escribir en una lista los nombres de amigos, conocidos, vecinos, el peluquero, etcétera. - Al fin y al cabo, se trata de clientes potenciales. Mi hermano también me aconsejó que escribiera esta lista. Pero su consejo era que no hiciera negocios con las personas de esta lista negra.
Me sorprendió aún más que hubiera un cliente en la cartera de seguros al que describió como un viejo amigo. Oficialmente, esta persona estaba en una lista negra completamente distinta. Concretamente, en la de la compañía de seguros. La lista negra establecía que no se podía expedir bajo ningún concepto una doble tarjeta (que en aquella época aún era necesaria para matricular un coche o un camión) a este cliente. El problema de este cliente era que nunca tenía dinero suficiente para pagar el seguro de su camión o de su maquinaria de construcción.
Como consecuencia, los contratos fueron cancelados por la compañía de seguros, se produjo el desmantelamiento forzoso y la pegatina de las matrículas fue arrancada. - Pero mi hermano siempre se aseguró diligentemente de que se distribuyeran tarjetas dobles a este cliente por el bien de la vieja amistad. - Había una razón por la que los bonos no llegaban. Tras un accidente de moto, el pequeño negocio iba más mal que bien. De la casa particular, sólo se había terminado el sótano. Así que el empresario vivía en circunstancias más que precarias. Pero hacía esfuerzos constantes. Y una vez al año, la compañía de seguros también recibía su dinero. Eso era siempre el 24 de diciembre, hacia el mediodía, a veces a última hora de la tarde. Porque era entonces cuando se vendía el último árbol de Navidad. Este negocio extra me ayudó a superar lo peor. - Me enviaban a recaudar dinero. Lo que no significaba otra cosa que yo mismo vendía los últimos árboles de Navidad. Siempre me llevaba a casa el último que quedaba. En los primeros años, siempre traía a casa el abeto más torcido. El abeto que sobraba. ¿Te imaginas cómo era? Normalmente era el abeto más caro, porque el dinero tenía que llegar. - Siempre me gustaron estos abetos torcidos.
En este contexto, me gustaría dar las gracias a Evelin, mi compañera, amiga y socia desde hace mucho tiempo. Creo que ha tenido que soportar mucho conmigo durante este tiempo.
¿Cuál es tu historia de Navidad? ¿La has llevado más lejos?
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