Hoy vamos de excursión al Cavagrande del Cassibile. Hemos oído que los sicilianos lo llaman su Gran Cañón. Como ya hemos visitado el Gran Cañón, queremos ver de qué es capaz el vástago siciliano. Preparamos una pequeña mochila con un picnic, agua y ropa de baño.

Desde el aparcamiento, caminamos hasta la entrada del desfiladero de 250 metros de profundidad, que está muy bien señalizado. Por el camino, pasamos por una granja con un perro guardián. Pero no hace nada, sólo quiere jugar.

Una vez que llegamos al desfiladero, podemos elegir entre el acceso A o el B. Disfrutamos del panorama durante un rato y luego nos decidimos por el A y rodeamos por la izquierda. Aquí primero hay un mirador. Lo primero que notamos son los numerosos cantos de pájaros que resuenan desde abajo. Como estamos solos aquí, oímos el piar muy alto. Entonces vemos una pareja de águilas volando en círculos sobre el desfiladero.

A continuación, descendemos la montaña por grandes escalones rocosos. No es apto para personas con malas rodillas, pero no supuso un gran reto para nosotros. A lo largo del camino hay señales de diversas plantas. La flora aquí es especialmente hermosa. Me encanta oler las hierbas: Tomillo, romero, salvia, menta y muchas otras.

La bajada al valle dura unos 45 minutos. Una vez abajo, nos espera una caminata muy variada a lo largo del río Cassibile. El agua es superclara y salpica pequeñas cascadas. Se alternan el sol y la sombra. En las zonas de sombra, el valle se caracteriza por la hiedra, los helechos y las rocas y piedras musgosas. Las zonas soleadas se caracterizan por hierbas y plantas con flores. Todo es especialmente colorido en primavera.

De vez en cuando, algo se escabulle rápidamente a nuestros pies. Lagartos o víboras tomando el sol sobre las piedras calientes. La excursión es realmente hermosa. El recorrido no es especialmente difícil y no requiere una forma física particular. No obstante, se recomienda llevar calzado resistente. Si llueve, las rocas musgosas podrían volverse resbaladizas.

Al cabo de unas dos horas llegamos a un lugar especialmente hermoso. El río ha lavado las pozas de piedra caliza y las terrazas. Es sin duda un lugar agradable para darse un baño. Pero hoy todavía hace demasiado frío para nosotros.

Emprendemos de nuevo el ascenso. Esto nos lleva de vuelta por la ruta B. Con varias paradas para hacer fotos y un pequeño picnic, tardamos unas 3 horas. Si no eres tan pausado como nosotros, seguro que puedes hacerlo en 2 horas. Nos gustó la decisión de tomar el punto de acceso A, ya que así tienes la zona de baño a ¾ de camino, justo antes de la subida.