Sicilia: De Isola delle Correnti a Modica

Desde la Isola delle Correnti, en el punto más meridional de Sicilia, nos dirigimos a Módica y Ragusa. Después Noto nos gustaría ver más del barroco Val di Noto. Por algo es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Según el GPS, el trayecto dura menos de una hora. Sin embargo, aquí en Sicilia no me fiaría mucho de la información del navegador. A menudo tomamos atajos. Pero tenemos la esperanza de llegar hoy.

La carretera de la costa 

Aquí en Sicilia, nos gusta tomar las carreteras costeras siempre que sea posible. Hay un pozo en el camino, una buena oportunidad para rellenar nuestros depósitos de agua. La ruta por la costa es preciosa, con una larga playa de arena y dunas cambiantes. Pronto queda claro que no iremos muy lejos. Para desayunar por segunda vez, nos detenemos en Santa Maria del Focallo, una playa de arena interminable. Aparcamos en Lido Otello, en medio del arenal. Hay algunos campistas en el aparcamiento del chiringuito. Hoy hace mucho viento y aquí estás resguardado del viento. Decidimos quedarnos aquí en la playa. Demasiado para llegar a Modica hoy. Pero, ¿quién podría resistirse a esta kilométrica playa de arena blanca?

Salimos a pasear por la playa. Observamos con entusiasmo a unos cuantos kiters. El viento y las olas son estupendos hoy.

Mejillones al amanecer

A la mañana siguiente estamos de vuelta en la playa muy temprano. Nuestro reloj interior suena poco antes de las 6 de la mañana. Porque los amaneceres aquí, en la costa este de Sicilia, son tan bonitos que no queremos perdérnoslos. Somos los únicos en la playa. Aparte de nosotros, no hay más gente en esta maravillosa playa. Me encanta tomarme el primer café sola en la playa por la mañana, con los pies en la arena. Marc se va a nadar, así que yo puedo disfrutar de mi café en paz. 

Pero hay un hombre en el agua. Con pantalones largos de pesca. Parece que está trabajando. ¿Qué hace ahí? Le saludamos amistosamente. Y como siempre aquí en Sicilia, a la gente le gusta que le hables amistosamente. Nos enseña alegremente su botín: ¡mejillones! Camina paralelo a la playa por las aguas poco profundas, arrastrando tras de sí una especie de pesado abanico o jaula. Nos cuenta alegremente que es un policía jubilado y que todas las mañanas, cuando hace buen tiempo, se dedica a la pesca de conchas. No es un trabajo duro, es su afición. Se nos permite probarlos. Y los primeros mejillones crudos de mi vida no saben nada mal. No podrían estar más frescos. Perfectos para la pasta vongole. Gracias por este gran encuentro, otra lección aprendida. Y no, no nos aburriremos en nuestro viaje.

Día de playa en Sicilia

Decidimos quedarnos aquí un día más. La red es buena, podemos trabajar en el blog y editar algunos vídeos.

El segundo día es igual de ventoso. Los kiters lo disfrutan. Lo que a su vez es divertido para nosotros. Pero tener arena en cada rendija es menos divertido para nosotros. Torgit sólo dejó la puerta corredera abierta brevemente hoy y el interior de nuestra furgoneta ya estaba completamente cubierto de una fina capa de arena. Y cuando volvimos de la playa, teníamos arena en la nariz, las orejas, los ojos y entre los dientes. 

Caballo de carreras, carrera ...

A la mañana siguiente volvemos a la playa bastante temprano. Llega un camión y un par de tipos en scooter. Hay un montón de cháchara siciliana, luego bajan la trampilla del camión y apenas puedo creer lo que ven mis ojos: sacan a un precioso caballo de carreras pura sangre. Tiene fuego en el trasero. El caballo es conducido rápidamente a la playa y enganchado a un sulky. El jinete, o mejor dicho, el gaucho, salta y nos vamos por la playa. Cuando el caballo ha dado un buen revolcón, Marc puede dar una vuelta. Y el jinete le dice con orgullo que este gran caballo de carreras le pertenece a él y a sus cuatro amigos. Qué gran afición.

Luego nos dirigimos a Modica. ¿Llegaremos hoy?