Después de pasar dos días maravillosos en Orihuela Costa, salimos de nuevo ayer por la tarde. - Buscamos y encontramos un pequeño y tranquilo lugar para pasar la noche justo al norte de Santa Pola. - 38°12'25.7″N 0°30'31.6″W - Aquí estamos justo al lado del mar. Detrás y arriba, sobre un acantilado, se alza el Faro de Santa Pola. Ya hemos llegado a la Costa Blanca y a la provincia de Alicante. Nos espera una noche estrellada.
Cuando nos despertamos, el cielo está nublado. Hay un arrecife entre la playa de guijarros y el mar. Como es poco profundo, no tiene sentido nadar. - Así que decidimos cumplir nuestras intenciones y hacer un poco de footing en su lugar. Caminamos un rato por la costa. Ya hay dos campistas en el aparcamiento de al lado, cuatro en el de al lado y una veintena en el de al lado. - ¿Los pájaros se juntan? - Siempre agradecemos que muchos campistas parezcan disfrutar de los mimos y muestren un cierto comportamiento de manada. Sobre todo, suelen estar en lugares donde está prohibido acampar. Así que, incluso en esta costa tan densamente poblada, siempre nos queda un sitio vacío sin señales desagradables.
De repente, reconocemos una autocaravana Concorde entre los campistas, con matrícula del distrito de Hochsauerland. - Poco después, saludamos a Volker, Thomas y su perra Lola, a quienes conocimos hace unas semanas, a unos 650 kilómetros al suroeste, en Bolonia, cerca de Tarifa. El camino puede ser largo, pero el mundo sigue siendo pequeño.
En el camino de vuelta, nos tropezamos con la procesionaria del pino por segunda vez en tres días, pero más sobre eso a continuación*.
De vuelta a casa de Héctor, empieza a llover. Así que decidimos seguir adelante. Atravesamos Alicante en coche y nos damos cuenta de que es lo mejor que se puede hacer con esta ciudad. Esta ciudad tiene ciertamente sus lados bonitos, pero en este momento buscamos paz y tranquilidad. Y Alicante, con sus más de 330.000 habitantes más un montón de turistas, es más conocida por su vibrante vida nocturna que por su tranquilidad.
Volvemos a encontrarlo bajo la antigua fortaleza, Torre Del Charco en La Vila Joiosa. - 38°29'23.3″N 0°16'54.6″W - Una vez más, estamos solos en la playa, escuchando el sonido del mar. La torre del Xarco se eleva sobre nosotros en un pequeño saliente rocoso de unos 15 metros de altura.
Nuestra red móvil aquí también es un poco más estrecha. Ayer era bastante irregular. - Así que podemos mantener nuestro blog un poco de nuevo.
Ahora que nos hemos encontrado con la procesionaria del pino por segunda vez en tres días, me gustaría escribir unas líneas sobre ella. La procesión de orugas de la foto la fotografié anteayer en Orihuela Costa. - La verdad es que las orugas parecen bastante monas, sobre todo porque caminan tan ordenadamente en fila. Pero así son las cosas. Aunque la especie se da principalmente en la región mediterránea, ahora se dice que los animales se encuentran incluso en Alemania. Las procesiones de orugas típicas de la subfamilia constan de relativamente pocos individuos en esta especie.
Pero, ¿son monas? Un no rotundo, porque, al igual que otras arañas procesionarias, estas orugas tienen pelos urticantes parecidos a los de la ortiga que pueden causar dermatitis. Cada oruga individual está cubierta de hasta 600.000 pelos urticantes blanquecinos. Y la oruga rara vez se encuentra individualmente. Estos pelos pueden provocar una desagradable reacción alérgica. Estos pelos contienen la proteína taumetopoeína, responsable del efecto irritante al contacto. Se dice que los animales son capaces de disparar sus pelos urticantes, que tienen púas, cuando se sienten amenazados. Cuando sopla el viento, los pelos pueden esparcirse por una amplia zona. Se dice que el veneno de estos pelos urticantes es eficaz hasta un año.
Es probable que las personas reaccionen en función del número de pelos que tengan en la piel. Las descripciones van desde irritación cutánea, síntomas similares a la picadura de un insecto, reacciones alérgicas graves e incluso shock anafiláctico: los animales parecen ser aún más peligrosos para los amigos de cuatro patas. - Tras el contacto, debe consultarse inmediatamente a un veterinario. Además de reacciones alérgicas, pueden producirse vómitos, hinchazón, etc. Se habla incluso de peligro de muerte.
En esta descripción se utiliza varias veces la palabra supuesto. Esto se debe a que no soy ni médico ni zoólogo. La información se basa en diversas fuentes de Internet y en rumores. - Si algún médico, zoólogo o cualquier otra persona tiene experiencia al respecto, le agradeceríamos que nos lo comunicara.
Hasta entonces, nos fijaremos más en dónde pisamos, alcanzamos o dejamos nuestro equipaje o mochila.
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