Torgit: Cuando me levanto por la mañana, estoy contento porque la tormenta nos ha librado. La noche fue un poco tormentosa, algunas ráfagas sacudieron bastante el techo elevable, pero el sonido de la lluvia era casi un poco romántico. Esto puede deberse a que sólo era un cálido chaparrón campestre, a que hacía mucho tiempo que no llovía o a que no me había dado cuenta de que volvía a llover en el espacio reposapiés delantero.

Más tarde, tomando un café, pensamos qué hacer. Parece como si todos los alemanes del lugar estuvieran avisando de la tormenta, preparándose y esperando. La calma antes de la tormenta. Definitivamente tienes esta sensación cuando abres facebook, los avisos de mal tiempo se difunden en varios grupos y se cuelgan fotos de toldos desmontados a lo "estamos preparados". Los lugareños que nos rodean están mucho más relajados. Ni siquiera se fijaron en las previsiones meteorológicas. Ahora, por supuesto, cabe preguntarse: ¿Es ésta una mentalidad típicamente alemana? O: ¿Qué es lo correcto o más correcto? ¿No debería ser más bien: qué me hace más feliz? Se puede discutir sobre ello durante mucho tiempo. En cualquier caso, primero coloqué el panel solar en el capó, donde está bastante protegido del viento y óptimamente alineado con el sol. Lo que tengo, lo tengo. Siempre puedo volver a quitar el panel.

 

Entonces primero salgo a pasear o voy a la playa. Porque la playa siempre me hace feliz. ¿Qué te hace feliz? ¿Lo sabes? ¿Puedes ponerlo en práctica? O mejor dicho: ¿te das cuenta? ¿Con qué frecuencia te preparas estos momentos de felicidad? ¿Qué puedes hacer para disfrutar más de esos momentos de felicidad?

En la playa vuelvo a darme cuenta de lo feliz que soy y estoy agradecido por ello. Una cosa es tener una buena vida, la siguiente es darse cuenta y luego el siguiente paso es estar agradecido por ello.

Estoy agradecido por nuestra libertad. Y me doy cuenta de que la libertad nos era tan ajena y desconocida que primero tuvimos que aprenderla en nuestro viaje.

 

Lo que me encanta de nuestra ubicación aquí es que tenemos montañas y mar. Desde la playa puedo ver el Paraje de Betis, al que subimos hace unos días al amanecer. Me trae muy buenos recuerdos.

Disfruto de la tarde con yoga en la playa a sotavento del restaurante de Bibo. Muchas gracias Bibo. Nos encantaría comer en tu casa, pero por desgracia estás de vacaciones de invierno.

Hace mucho calor bajo el sol, que según las previsiones meteorológicas no veremos hasta dentro de una semana. La lluvia se aferra a las montañas a nuestras espaldas. Disfrutamos del sol, de la tranquilidad y de un día de playa.

 

Cuando cae un pequeño chaparrón a última hora de la tarde, es una buena oportunidad para cocinar. Comemos ensalada con patatas asadas. Simplemente delicioso.

La noche pertenece al blog. Quizá probemos algo nuevo: Pinterest. ¿Es eso lo que queremos? ¿Otra plataforma? ¿La necesitamos o qué valor añadido nos ofrece? Aún no estamos seguros. Si tienes una opinión al respecto, llámanos 😉 .

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